Pequeñas pistas de os habeis convertido en una de esas parejitas empalagosas repelentes…


  • Os llamáis por apelativos como “churri”, “gordi”, “cuchicuchi” u “osito”. Es  más, os llamáis por esos apelativos en público. Punto extra si los usáis para referiros a vuestra pareja al hablar con otra persona: “Pues ayer fui a hacer la compra al Carrefour con mi osito y me encontré a menganita..”
  • Teneis una cuenta de correo cojunta con un nombre del tipo “juanjoypepitaforeverlove(arroba)Hotmail.com”.
  • Sales besándote con  tu churri en tu foto de perfil del Facebook, del Messenger, del tuenti, en la foto de fondo de escritorio de tu pc (el de casa y el del trabajo), en la foto del carnet de la biblioteca y en la foto de tu DNI (bueno, en esta última no porque las autoridades competentes se negaron: pero discutiste un rato con el argumento de que así eres más identificable porque siempre estáis juntos)
  • Siempre hablas en plural: Le dices a tu amiga “no sé si podremos quedar hoy contigo, estamos ocupados”; “Por supuesto, no tenemos problema en acompañarte al ginecólogo a que te hagas esa citología”; “Con esa peli lloramos mogollón, aunque también es cierto que estábamos especialmente sensibleros porque estábamos con el síndrome premenstrual”.
  • Lleváis el colgante ese del medio corazón o la esclava con el nombre del otro. Vale, si hacéis eso no sólo sois empalagosos, también más horteras que un ataúd con pegatinas.
  • Si vais a tomar algo con amigos y por algún motivo alguien osa sentarse entre los dos, hacéis levantarse a cuanta gente sea preciso para poder sentaros el uno junto al otro. Y en cuanto conseguís vuestro objetivo, os aferrais el uno al otro como si os fueran a separar para siempre para venderos en un mercado de esclavos…
  • Para distinguir las llamadas de tu churri al móvil, asignas a su número algún bonito politono como el “Caricias besos y mimitos, eres tú mi peluchito”.
  • Os lanzáis “sutiles” indirectas picantes delante de vuestros amigos, porque os excita saber que no serán capaces de imaginar a qué os referís cuando tú le dices a él: “Ositoooo, prepárate que al llegar a casa vas a tener una comidita especial… ya me he hecho la depilación brasileña para la ocasión”. (Aunque os parezca increíble, a veces quienes os rodean pueden decodificar vuestras sofisticadas claves)

Si presentas uno o dos  de estos síntomas, háztelo mirar, tal vez estés a tiempo de reinsertarte en la sociedad tras un proceso de desprogramación adecuado.  Si presentas más de tres síntomas, eres un caso perdido. Da gracias que la gente no puede morir de vergüenza ajena, o acabarías ante el Tribunal de la Haya acusado de crímenes contra la humanidad…

Miss Murphy

10 respuestas to “Pequeñas pistas de os habeis convertido en una de esas parejitas empalagosas repelentes…”

  1. Pikifiore Says:

    He de dejar constancia que nunca he caido en ninguno de los puntos anteriormente referidos,aun cuando tengo parejito, debe ser que soy mas siesa que la mojama o que no me apetece tener complejo de velcro,jaaja,pero me ha hecho especial gracia el primer punto porque una amiga mia siempre llama chocolatillo a su novio,e incluso yo lo uso para referirme a él,jajaja,y no sólo yo.De hecho creo que ya no sabemos su verdadero nombre.Un beso

  2. Telly Says:

    Mmmm…creo que «medio» peco en algunas cosas:

    – A veces le digo «cari» a mi parejito, tanto en privado como en público, entendiendo por eso familia y amigos, con otra gente ni de broma. Pero ni de coña le llamo «mi gavilán», «mi pastelito» o «mi cuchicuchi» como he oido por ahí…

    – Durante muuuucho tiempo he tenido en el Caralibro una foto con él y aún tengo una en el messenger, pero sonriendo, no besándonos, oiga.

    ¿Qué penitencia me ponéis? (golpe de flequillo)

  3. Griselda Says:

    ¿Si presentamos más de 3 síntomas? ¡Por los dioses de Kobol, si creo que cumplimos más del 50%! Es oficial, somos asquerosamente repelentes. Ahora entiendo por qué los amigos han dejado de llamarnos… 😦

  4. Telly Says:

    Griselda, mujé, no creo que tu caso sea extremadamente grave y por lo menos has dado el primer paso: reconocerlo 😛
    Por cierto, hay que apuntar otros síntomas:
    – Pegarse unos sobeteos de impresión en público. Tú tienes que mantener cara de póker mientras él palpa las zonas nalgares o mamarias de su chica, o viceversa, porque no se pueden reprimir
    – Los susurritos que oye todo el mundo, «cuando salgamos de aquí te voy a dar tu ración morena mía»
    – El momento chupachup. No sabes por qué, o no quieres saber por qué tu amiga se ha aficionado a los chupachups desde que está con su nuevo churri ni por qué le ha dado por chupetearlo de esa forma tan rara cuando él la está mirando.
    – Cuando la amiga o el amigo no va con su media mandarina está todo el rato que si toques, que si mensajitos, que si «ains si mi corazoncito de almíbar estuviera aquí».

  5. Griselda Says:

    Pues me lo estás poniendo peor, Telly 😦

  6. MissMurphy Says:

    Telly, por dios, dime que lo de «mi gavilán» es una licencia literaria y que no has oído de verdad a alguien usar ese apelativo en público, o perderé la poca fe que me queda en el género humano…

    Y lo de los sobeteos en público es de lo peor. Recuerdo hace años que, volviendo a casa después de una noche de marcha, me encontré a un amigo también de retirada con sus colegas y como vivía cerca de mí se ofreció a acercarme en el coche. Él conducía, otro amigo iba de copiloto, y a mí me tocaba ir en el asiento de atrás con una parejita. Menos mal que había poco tráfico y en cinco minutos llegamos a mi casa, o creo que se ponen a follar conmigo al lado. También tuve una compañera de piso que, si el novio venía a comer a casa y estabas con ellos en el comedor, si salías un momento a la cocina a por el yogur o te levantabas para ir al baño y los dejabas solos, cerraban la puerta del comedor y aquí que no entre nadie, así tuvieras aún la comida a medias…

  7. Telly Says:

    Lo de gavilán es true story (él la llama gatita). La primera vez que lo oí me impactó, yo soy cariñosa pero me daría muchísimo corte llamar a mi parejito por algún apelativo así y más en público.

    Lo del sobeteo, bueno…recuerdo estar en casa del novio de una amiga almorzando y él cogiéndole una teta con todas sus ganas (supongo que pensaría que era de goma) y yo que casi me atraganto con el filete.

    Ah y una de las escenas más surrealistas que he vivido ha sido irme a tomar café con una amiga y que cada diez minutos (contados con reloj) le llamara su novio para preguntarle dónde estaba, qué estaba haciendo y que cuándo iba a llegar a casa para llamarla al fijo. No una, sino tres veces me pasó con esa misma chica.

    En fin, otro día cuento más cursiladas que he visto u oido…

  8. MissMurphy Says:

    Telly, lo de las llamadas telefónicas continuas me pasaba a mí con una amiga (a estas alturas creo que ya se la puede considerar ex amiga) las pocas veces que conseguía quedar con ella sin el novio. Quedabas con ella, saludabas, sonaba el teléfono. Cuarto de hora parada en la calle mientras hablaban, ibas a una cafetería, volvía a sonar el teléfono. Te tomabas dos cafés mientras hablaban, te leías el periódico de pe a pa, según salías de la cafetería llamaba de nuevo… ahora ya ni nos vemos, pero al final sólo quedaba con ella para ir de tiendas o algo así, por estar yo entretenida en algo mientras hablaban…

    Y el de la teta… mujer, igual el pobre estaba dejando de fumar y la usaba como pelota antiestrés, vaya usté a saber XDD

  9. Telly Says:

    Anota también los mensajitos cursis en el facebook, que tooodo el mundo se entere de que se te caen las bragas por tu pocholín xD

  10. Lo mejor de vuestros blogs #3 | La vozezita de Griselda y su mala reputación Says:

    […] Las Maripepis: Pequeñas pistas de que os habeis convertido en una de esas parejitas empalagosas rep… – Solo una cosa os voy a decir al respecto: estoy preocupada. Según Miss Murphy, si presentas más de 3 síntomas eres un caso perdido, y me parece que MiCari (¡¿lo veis?!) y yo presentamos al menos el 50% de los que expone. […]

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